La nueva normalidad – recursos y medidas para la cuarentena

Al momento de escribir esto, llevo 11 días en cuarentena. Desde hace 11 días, mi pareja y yo nos encerramos y cortamos todo contacto físico con el mundo exterior, excepto por los cajeros del supermercado al que hemos ido 3 veces por comprar comida. En Estambul la orden de encierro aplica, por ahora, solo para personas mayores de 65 años, así que hemos aprovechado para salir a caminar cada día una hora a un bosque que está a unas cuadras de nuestro apartamento, donde prácticamente no hay gente y donde no hay riesgo de entrar en contacto con nadie.

Esta es nuestra nueva normalidad. Y, contrariamente a las previsiones optimistas de algunos amigos y miembros de nuestras familias, hemos asumido que esto no va a acabar pronto. No en dos semanas, quizá ni siquiera en cinco. Estamos preparándonos para estar al menos dos meses encerrados, y hemos comenzado a tomar medidas para conservar la salud mental, física y emocional ante los retos que supondrá estar con la misma persona en un espacio pequeño, todo el día, todos los días.

A Turquía la epidemia nos llegó el 11 de marzo. Ese día, mi pareja y yo fuimos al supermercado y compramos comida para dos semanas. Separamos esa comida, y ahora cada vez que compramos algo, tomamos un producto “viejo” de la reserva y ponemos uno nuevo en su lugar, para que siempre haya 2 semanas de comida en caso de que llegue el punto en que en Turquía los suministros se corten.

Tres días después fue nuestra última salida a un evento público: una sesión de meditación, música y pintura. El estudio donde doy clases de Movimiento Inteligente cerro esa semana, y mis clases presenciales quedaron canceladas hasta un futuro incierto. No volvimos a tomar transporte público, compramos cubrebocas y comenzamos a tomar medidas serias respecto a la higiene.

Cada vez que salimos a nuestra caminata diaria, antes de tocar la manija de la puerta del edificio, la desinfectamos con alcohol y con una servilleta de papel que tiramos inmediatamente a la basura. Evitamos acercarnos a otras personas en la calle. En el supermercado, mantenemos metro y medio de distancia con otras personas. Al volver a casa dejamos los zapatos afuera (una práctica muy turca, por lo demás) y ahora, a sugerencia de mi hermano (que vive en España, y toma medidas aún más serias que nosotros), vamos a comenzar a lavar inmediatamente la ropa que usamos para salir a la calle.

En Asia el virus nos llegó antes que a Latinoamérica, y como vecinos de Irán, que pronto se convirtió en uno de los peores casos de la epidemia a nivel mundial, en Turquía la gravedad del problema se nos hizo evidente muy rápido. Pero veo con preocupación que en Latinoamérica no ha sido así. Mis amigos colombianos siguen saliendo, hay aglomeraciones públicas, y aun con las órdenes oficiales de cuarentena mucha gente sigue haciendo vida normal. En México el gobierno ha sido muy lento en tomar medidas, y en aras de no afectar tan pronto a quienes viven día a día, a quienes dependen de la economía informal, no ha decretado la cuarentena que muchos otros países ya han ordenado.

Yo sé, escribo esto desde el privilegio de alguien cuyo trabajo no se ha visto tan afectado (además de clases de Movimiento Inteligente, soy traductor), así que puedo permitirme el lujo de comprar comida para dos semanas y dejar de salir a la calle. Entiendo que para muchas personas esto no es posible, porque sus trabajos no se pueden hacer desde casa. Pero quienes sí tienen esa opción, pueden comenzar a cambiar sus hábitos y protegerse, y proteger a otros. No se trata solamente de si a mí me da el virus, se trata también de si yo voy a infectar a otros. El coronavirus nos está llevando a una transformación de lo que consideramos normal. Por ahora, y hasta nuevo aviso, la normalidad que conocíamos no existe más. Ahora tenemos que aprender a estar en casa, a convivir con nuestras familias, parejas o compañeros de piso, a mantener la cordura, la amabilidad, la salud mental y emocional. Pero no podemos esperar a que el gobierno nos lo ordene, o a que las cifras finalmente nos orillen a hacerlo. Tenemos que empezar YA.

Quienes llevamos algunas semanas de “ventaja” con respecto a otros países insistimos en esto. Vean lo que pasó en Irán, vean lo que pasó en Italia, y entendamos que lo que está pasando en China es resultado de medidas extremas impuestas por el gobierno y acatadas por la población, medidas que en Latinoamérica no se están tomando, y población que no tiene la cultura de obediencia que otros países asiáticos sí tienen. Si estás leyendo esto en México, en Latinoamérica, es hora de tomarse en serio el distanciamiento físico.

Algunas cuestiones prácticas que puedes empezar a hacer:-No salgas de tu casa si no estrictamente necesario.

-Evita reuniones presenciales. Usa skype, zoom, facebook live, instagram, etc. Hay muchos medios virtuales para conectar con los otros.

-Si tienes que hacer compras, y si tu economía te lo permite, compra comida para toda la semana, congela carne, tortillas, pan, y reduce al mínimo la cantidad de veces que vas a la tienda en una semana.

-Desinfecta llaves, manijas de puertas y autos, teléfonos y otros objetos que contactas frecuentemente con las manos.

-Al salir a la calle, usa cubrebocas y guantes. Sé muy consciente de qué superficies tocas, y evita tocarte la cara.

-Establece un horario de actividades donde incluyas actividades recreativas: hacer música, ver películas que te animen, leer un libro, aprender una nueva habilidad o idioma en línea, etc.

-No creas en rumores y no reproduzcas información de fuentes no confirmadas, aun si parecen de buena fe o si vienen de personas cercanas a ti. Refiérete solo a las fuentes oficiales para estar al tanto de la situación, de las cifras y de los posibles tratamientos.

Finalmente, hay en línea muchos recursos, y cada día hay más, para mantener la salud mental y física durante las semanas de cuarentena. Muchas personas están compartiendo sus habilidades de manera gratuita o a precios flexibles y puedes conectarte a actividades en vivo, solicitar sesiones individuales y recibir diferentes tipos de apoyo, de acuerdo a tus intereses y necesidades.

Cierro este texto compartiendo contigo algunos de mis amigos cercanos que están ofreciendo servicios que te pueden interesar y que recomiendo ampliamente.

-Clases de LK Movimiento Inteligente. Voy a estar ofreciendo sesiones los domingos y jueves, en inglés y en español. Puedes consultar la información en mi página de Facebook Ernesto Cortés o mandarme un mensaje privado aquí o por Instagram para inscribirte.

-Clases de Pilates con Isabela Tafur (The Pilates Lab By Isabela Tafur). Isabela está transmitiendo desde Turquía por Instagram, en español, en inglés y en turco.

-Recursos psicocorporales con Lea Kaufman. Lea tiene una cantidad enorme de recursos en forma de textos, audios, videoclases y micro-clases de LK Movimiento Inteligente completamente gratis en www.lagranpausa.com En español.

-Terapia sonora y meditación con Sheri A. Sayar. Sheri ofrece sesiones online desde Estambul, es una excelente guía de meditación y una practicante muy experimentada en terapia con cuencos y otros instrumentos. En inglés, turco y farsi.

-Consulta astrológica con Marianina. No es una adivinación de tu futuro, sino un espacio de reflexión y observación de tu presente para tomar mejores decisiones y tener herramientas para gestionar los retos de estos días. En español, inglés y portugués.

Volveremos a las calles. Mientras, tanto, cuidémonos, y cuidemos a otros.