Disfrutando tu pelvis, sesión 1

Materiales del taller de Movimiento Inteligente con Ernesto Cortés

La Iglesia dice: El cuerpo es una culpa.
La ciencia dice: El cuerpo es una máquina.
La publicidad dice: El cuerpo es un negocio.
El cuerpo dice: Yo soy una fiesta.

Eduardo Galeano

En esta primera sesión tuvimos una breve charla sobre anatomía y repasamos particularmente la estructura pélvica, haciendo notar algunos puntos en particular: el sacro, las crestas ilíacas, el pubis,  los isquiones, y el coxis. Al identificar estas partes del hueso pélvico, tenemos más claridad de nuestra propia anatomía y, como vimos en la clase, podemos pensar en nuestra pelvis desde diferentes ángulos y entender nuestros movimientos en función de las distintas partes que conforman nuestro centro de poder.

En esta parte de la clase también repasamos varias cuestiones del sistema esqueletal. Por ejemplo: nacemos con alrededor de 300 huesos, pero hacia los 25 años tenemos solo 206. Esto es resultado de la fusión de estructuras como el esternón, que originalmente tiene 3 partes, o como el sacro, que son 5 vértebras fusionadas. También exploramos la importancia de la articulación de la pelvis con las piernas y con la columna.

En el primer video de esta sesión vamos a hacer un repaso rápido de la estructura pélvica y las partes con las que se articula, usando a Alan Brito, nuestro modelo. anatómico.

</p> <h4>Anatomía de la pelvis</h4> <p>

Para este segundo video, te sugiero que te regales 8 minutos libres de distracción para atender tu cuerpo con gentileza y recordar las posibilidades de movimiento y articulación de la pelvis.

La idea no es ver este video, sino hacerlo; y de hecho –paradójicamente– es mejor que no lo veas, porque lo ideal es hacer esta miniclase con los ojos cerrados, construyendo el movimiento desde tu interior y no copiándolo del video. La imagen te puede servir como guía la primera vez, pero te invito a que cada vez que lo repitas solo uses el audio y desarrolles la acción desde tu propia interpretación.

</p> <h4>Miniclase La Pelvis en Ti</h4> <p>

Material extra

Finalmente, te comparto una lectura para profundizar en el tema de la pelvis y su función de soporte y movimiernto. Un fragmento del artículo ‘La pelvis, el poder del centro’, de Patricia Bustos Roa, chilena experta en educación somática. 

 

La pelvis transmite los esfuerzos entre la columna vertebral y los miembros inferiores. El peso de la parte superior es soportado por la quinta vértebra lumbar y repartido hacia las alas del sacro; ese peso es después transmitido, a través de las espinas ilíacas, hacia las articulaciones de cadera. En esta zona a su vez reside la resistencia que el suelo ofrece al peso del cuerpo, transmitido desde miembros inferiores hacia la articulación de cadera y sínfisis púbica.

Para que la pelvis ejerza sus funciones debe mantener su libertad de movimiento, la que está dada por dos factores. Primer factor: posición del sacro. El sacro se une a la pelvis a través de poderosos ligamentos y elementos miofasciales ; la posición del sacro es interdependiente de la columna, ya que constituye su base.

Segundo factor que incide en la libertad de movimiento de la pelvis: la libertad de las articulaciones de caderas. Esta depende de la posición de la cabeza del fémur en el acetábulo, que es el lugar de encuentro de la pelvis con las piernas.

El peso de la parte superior del cuerpo tiende a forzar hacia adelante la parte superior del sacro –su base-, recordemos que la mayor mayor parte de las actividades que realizamos implican llevar la cabeza y el tronco hacia adelante, entonces puede suceder que su ápice –parte inferior- y la parte superior del coxis lo compensen rotando hacia atrás; la pelvis entonces estará en anteversión( se asocia a hiperlordosis)

La  pelvis y la columna vertebral forman una estructura central básica y las tensiones que se presentan en cualquiera de sus extremos se acentúan en donde existe mayor debilidad estructural, por lo general en la parte baja de la columna vertebral, entre la cuarta y quinta lumbar. Malos hábitos al sentarse, al agacharse, o cualquier estrés en esta zona, incide en el conocido lumbago, de aquí la importancia de conocer y vivenciar el uso que hacemos de nosotros mismos para prevenir malestares y dolencias.

 

Puedes leer el artículo completo aquí.